Confía en vos y afianza tu personalidad
Un pilar del crecimiento individual es desarrollarnos en forma sólida, liberándonos de nuestra propia inseguridad. Para alcanzarlo, debemos analizar nuestra historia pasada, reconocer qué prejuicios adquirimos sobre nosotros mismos y animarnos a modificarlos con firmeza.
Todos somos, en ocasiones, inseguros. Pero hay personas a quienes esta falta de confianza las perjudica y les impide relacionarse con normalidad o llevar a cabo sus proyectos. iNo hay que desesperar! La inseguridad no constituye una forma de ser inamovible, sino que remite a una falta de definición interna que el tiempo ha hecho más sólida. Este prejuicio que incorporamos como una verdad absoluta nos va llevando a desarrollar ciertas conductas poco efectivas.
La inseguridad es consolidada por muchos factores y creencias sobre nosotros mismos, que nos hacen desvalorizarnos y llevan a sentirnos incapaces. Pero todos esos prejuicios pueden revisarse y, con trabajo, ser modificados para que, por fin, podamos cambiar la forma en que nos manejamos. Te brindamos las principales causas de inseguridad personal, para que puedas identificarlas, esforzarte por revertirías y recuperar tu confianza en ti mismo.
1.° CAUSA: Una madre muy absorbente
Muchas personas, ya adultas, necesitan de la opinión de los otros para validar cada una de sus decisiones. Se trata comúnmente de niños que han crecido bajo la sombra de sus madres, quienes, con total entrega y amor, involuntariamente fueron muy absorbentes, y criaron hijos inseguros y dependientes. Beatriz asegura ser uno de estos casos: «En toda mi vida, pocas veces pude elegir qué hacer, sobre todo en mi infancia. Mi mamá me decía qué ropa ponerme, cómo actuar, qué camino era el más apropiado para mi vida. En algún punto, eso me hizo sentir que mi criterio no valía tanto como el de los demás, que no era capaz de hacer mis propias elecciones. Todos sabían lo que debían hacer, excepto yo. Entonces, se me forjó un prejuicio que todavía rige mi realidad actual: lo que yo creyera correcto era una mala idea, o algo de lo que luego me arrepentiría». La clave: ¡Confiá en tu propio criterio! Nadie es más capaz que vos para determinar tu camino. Este tipo de pensamientos van a fortalecer tu sentimiento de autosuficiencia.
2.° CAUSA: Sobreprotección familiar
No son sólo las madres quienes van fomentando personalidades débiles. Los padres, como responsables del núcleo familiar, suelen sobreproteger a los hijos y hacerlos sentir excedidos de cuidados. Ese cariño mal encauzado hace que los niños no logren concretar una personalidad sólida. Es probable que al crecer no puedan construir un proyecto de vida independiente y pleno. Diego padeció haber sido criado por padres demasiado ansiosos, con marcadas actitudes de sobreprotección: «Me controlaban sin parar. No podía dejar la puerta de mi cuarto cerrada, porque ellos tenían que entrar a cada rato para ver qué era lo que estaba haciendo. Además, hoy me doy cuenta de cuánto me cuesta ser responsable, dado que ellos siempre resolvían todos mis inconvenientes y yo nunca tuve que valerme por mí mismo». La clave: Es tiempo de diferenciarte de tus padres. Evita ser complaciente. Es muy importante que puedas ejercitar tu capacidad para actuar libre y asertivamente.
3.° CAUSA: Castigos desmesurados
Hay muchos casos de niños que han aprendido a tener miedo a equivocarse, al error, porque siempre han sido amenazados, juzgados o castigados cuando tomaban una mala decisión. Estos hijos no se animan a dar un paso por miedo a ser reprobados por sus padres. Es una sensación muy perjudicial para desarrollarnos como personas plenas, ya que nos bloquea y nos paraliza. Todos merecemos ser escuchados y respetados por igual, incluso con nuestros errores. Quien piense lo contrario realmente no comprende lo que implica el amor y la comprensión. El caso de Adriana es un gran ejemplo: «Mi papá siempre fue muy exigente conmigo. Me retaba muy fuerte y por cualquier cosa: si no ordenaba mi ropa, sería una vaga en mi vida. Cuando yo cometía un error, me angustiaba mucho y me sentía débil. Percibir que siempre decepcionaba a mi papá no me permitía confiar en mí». La clave: Vales tanto como cualquier otra persona, grábalo en tu mente. Ser mejor persona no tiene nada que ver con hacer todo bien. Permite equivocarte, no va a pasar nada grave.
^^ «¡Confía en tu propio criterio! ^^ Nadie es más capaz que vos para ^ determinar tu camino».
4.° CAUSA: La indiferencia
Es un valor negativo que devalúa muchísimo la relación de confianza que todo niño debe mantener consigo mismo y con quienes lo rodean. La indiferencia inhibe nuestra capacidad de desarrollarnos en el mundo. Crecemos inseguros, con el temor de no encajar o de importunar con nuestras opiniones, disculpándonos por todo. Para quienes recibimos indiferencia en lugar de amor, expresarse equivale a molestar al otro, a «hacer que no nos quieran». Así fue forjando su autoimagen Augusto: «Mis padres preferían que viese la TV todo el día para que no molestara. Siempre estaban tan ocupados que parecía que les disgustaba cuando les hablaba. Necesitaba con desesperación que me prestaran atención. Fui creándome un prejuicio muy doloroso: lo que necesito no importa, lo que digo no vale, no merezco ser cuidado ni amado». La clave: Ya no eres la misma persona de hace diez o veinte años. Es el momento de que empieces a valorarte como persona y a quererte por lo que eres.
5.° CAUSA: La marginación social
Las personas que han sufrido marginación social, ya sea por su condición física, sexual o psicológica, suelen tener graves dificultades para valorarse. Asumen que son menos que los demás y construyen su vida en torno a este preconcepto. No tienen ímpetu y les cuesta relacionarse socialmente con normalidad. Juan nos cuenta su historia y nos invita a reflexionar: «En el colegio, todos se burlaban de mí y yo sufría mucho por ser distinto. A los dieciocho años, mis padres negadores tuvieron que enterarse, aunque siempre lo hubieran sospechado: su hijo era diferente de los demás, tenía gustos y amigos distintos, marginales. Hoy puedo decir con orgullo que seguí mi camino; me costó, pero logré ser feliz». La clave: ¡Nunca te avergüences de tu forma de ser! Si eliges quererte y aceptarte, será más fácil que los demás también lo hagan.
¡Crea una personalidad independiente! Desarrolla el coraje necesario para ser tu mismo, aceptando, en primer lugar, las causas de tu inseguridad. Luego, afronta las responsabilidades de tu vida y tu futuro, sabiendo que eres capaz de resolverlas. Confía en que realmente puedes ser una persona sólida e independiente; sólo falta que te decidas a serlo.
Escrito por Esperanza Ardal, lic. en Psicología y Tarotista en Tarot Ave Fénix